La Iglesia de Barcia de Mera, empieza a figurar en la documentación medieval, como un enclave dependiente de los monjes cistercienses de Santa María de Melón. En el siglo XIII, en este enclave instalaron un granero para que el mayordomo de los cistercienses recogiera después de las cosechas el quiñón.
A partir de 1616, se produce en Barcia de Mera el fenómeno indiano, evidenciándose un creciente auge en la vida parroquial.
Los trabajos de reconstrucción de la Iglesia Parroquial, comenzaron en el año 1676, siendo abad D. Antonio Pérez Rivera y desarroyándose en dos etapas sucesivas, quedando concluida totalmente en 1740.
La fachada occidental con su gran portada, decoraciones, hornacinas y pináculos, nos recuerdan a la catedral de Sanyiago de Compostela.
Dentro de la iglesia parroquial se encuentra un conjunto artístico muy importante compuesto por siete retablos barrocos.
El Retablo de Ánimas.
El retablo de las ánimas antes de la restauración presentaba un estado lamentable, estaba situado más adelante y detrás escondía unas pinturas en la pared de san Antonio y San Juan evanjelista. en la actualidad este retablo está mas atrás y se pueden observar las pinturas mediante una puerta. Esta es una capilla privilegiada puesto que quién la pagó o sufragó la mayor parte de los costes está enterrado aquí. el fondo del calvario es Jerusalén.
